- Puedes ser un ogro, el negacionista del amor; una abeja polinizadora, la que tiene una vida sexual apabullante; una hormiga, que ama, pero con minutero; un caballito de mar, nacido para ser fiel hasta la muerte; o un ornitorrinco, que no precisa grandes historias de amor para ser feliz, entre otros.
Todos sabemos que en febrero se celebra el día de los enamorados… pero ¿sabías que los solteros también tienen su día? ¡Y es este 11 de noviembre! El equipo de Meetic te invita a celebrar la soltería y a divertirte en el proceso de búsqueda de tu media naranja, con este test de solterología que dice qué tipo de criatura soltera eres.
“Conocer tu criatura en la solterología te ayuda a conocer más sobre la compatibilidad en pareja”, explica María Pasión, Love Coach de Meetic en España. “No se trata de que haya parejas buenas o malas, sólo criaturas que están más capacitadas para tener mejores relaciones que otras. Y si estás soltero, aprovecha las virtudes de tu solterología y así estarás más preparado para lo que vendrá”, añade.
El reino de los solteros es un universo de ciencia ficción para los especímenes que lo habitamos. Así, podemos encontrar solteros sempiternos en estado de soltería absoluta, negacionistas del amor, los que nunca buscarían algo serio, los que van picando de flor en flor, los que no se comprometen, los que tienen una vida sexual apabullante, los que tienen una agenda cargada sin hueco para ti, los alérgicos a la monotonía… ¡Hay un sinfín de perfiles!
EL OGRO
Es el soltero o soltera que puede sumar décadas en este estado de soltería absoluta. Bien por su personalidad o por su entorno, el ogro es una criatura enfurecida con el amor, se burla de él, no cree que exista, y por su escepticismo se ha vuelto un negacionista del amor. Algunos ogros fueron en su momento cursis o incluso grandes románticos, pero hoy esos recuerdos pertenecen al pasado. Si de él o de ella dependiera, ahorcaría a San Valentín con sus propias manos. El ogro ha eliminado el amor en su búsqueda pública, aunque muy muy muy en el fondo es posible que desee volver a sentirse amado y amada.
Con cierto cinismo se ha posicionado como ogro en el amor, título al que le ha costado llegar después de sumar años en soledad. ¡Ojo!, ni todos los ogros son feos, ni todas las ogras dejan indiferentes a su paso. Hay ogros guapísimos, y son los que más despistan porque son los primeros del reino que pueden hacer un ghosting por su pánico al compromiso.
Hay miles de ogros que son grandes usuarios de apps para ligar, pero nunca buscarían algo serio en la descripción, salvo que decidan mentir para conseguir lo que desean, que muchas veces es tener relaciones casuales y nada importantes. Es un gran solitario, sabe hacer todo tipo de cosas solo: va al campo, encuentra setas, viaja solo, reserva vacaciones consigo mismo, y sus amigos saben que esa es la única boda que jamás celebrarán.
ABEJA POLINIZADORA
Es ese soltero o soltera que puede estar picando a siete amantes a la vez, y si otro le hace ojitos, sale volando a ver quién es esa que le está haciendo cambio de luces. Desde que está soltero (o incluso antes) abrió la veda para la conquista. Puede salir con personas de diferente edad, orientación, nacionalidad, color, acento, procedencia, y en la variedad está el lujo de su polinización.
No se compromete porque su necesidad de novedad es mayor que su necesidad de permanencia, pero ojito, si se queda sin nuevas flores, intentará sobrevolar el mundo en busca de polen y aventura. La abeja polinizadora aprendió a usar todas las apps de ligoteo antes que cualquiera en su grupo. Liga de día, de noche, en redes, e incluso cuando no quiere ligar.
A veces la abeja polinizadora tiene una vida sexual apabullante, y a veces lo que tiene es mucho más coqueteo que otra cosa, porque no puede dejar de seducir y encantar a todos.
Es difícil saber si uno está delante de una abeja polinizadora porque suelen ser manipuladores o mentirosos, y son unos expertos en el arte de quedar bien. Vuelan solos y muy pocas personas saben cuál es el último amante que visitaron con su aguijón. No sobra recordar que la picadura de la abeja duele y deja marca. Y ellas lo saben.
LA HORMIGA
Es la clase de soltero o soltera que vive con una agenda más cargada que la de un premio Nobel. Trabaja, adopta un perrito, hace cursos de mindfulness, sale a correr, cocina con Youtube…
El soltero hormiga es difícil de atrapar, y cuando por fin concede una cita, suele decir que sólo tiene 15 minutos para ti, y te percibe como una actividad más en su agenda. Aman, pero con minutero.
Lo mejor de este espécimen es que no sufre de apatía. Su diagnóstico desde niño es el de alergia a la monotonía, y en la búsqueda de adrenalina vive sus días. Como amante es creativo y no repite un polvo igual al anterior. Divertido, sociable en muchos casos, puede ser el alma de la fiesta en muchas ocasiones, el encantador de serpientes, el seductor rápido. En realidad, ha basado su modelo en una autodisciplina que no le permite caer en vicios o en historias en bucle. Es posible que el soltero hormiga no tenga intención de dejar de ser soltero jamás y eso puede dejar a su legión de fans incondicionales con el corazón hecho pedazos.
EL CABALLITO DE MAR
Fieles hasta la médula, cuando se comprometen, sus ojos dejan de mirar para siempre a otras criaturas. Sin importar lo que tenga que vivir o padecer, el caballito de mar estará dispuesto a estar al lado de su pareja porque lo que define su amor es la fidelidad.
El caballito de mar sufre mucho estando en soltería, porque concibe la vida en pareja desde antes de nacer. Regulero con las aplicaciones de ligoteo, el caballito buscará salir de la soltería de formas convencionales y clásicas que le permitan encontrar a alguien con quien pasar su vida. Una vez que la encuentra, es la criatura que más aguantará el dolor, el sufrimiento o incluso el desprecio de su pareja.
EL ORNITORRINCO
Es una criatura solitaria y está feliz de serlo. Vive su vida tranquilo y dichoso de su singularidad. Tiene la temperatura más baja que el resto de las criaturas del reino, y su corazón no necesita estar caliente para asegurarle un bienestar.
Raro de pies a cabeza para todos los que saben que existe- y lo ven con extrañeza- el ornitorrinco vino a este mundo para estar a gustito y no molestar a los demás. Es la soltera o soltero que no se queja de estar sin pareja, que no pasa demasiado tiempo en WhatsApp, que no habla de temas de amor con los demás, y que tiene un universo interior riquísimo que no requiere de largas historias de amor romántico para estar feliz.
Aunque muy pocos lo saben, el ornitorrinco guarda un espolón venenoso en sus patas posteriores. Algunos apenas lo llegarán a usar, pero será su mecanismo de defensa cuando su estado de tranquilidad se vea molestado por alguien más que pretenda colarse en su corazón. Algunos ornitorrincos se han emparentado puntualmente con otras criaturas, pero más por conseguir descendencia que amor. Es el soltero vocacional, aunque eso puede ser el origen de grandísimos amantes que saben cuándo empieza el jueves de romance y cuándo tiene que terminar.